Una anécdota inédita de la huelga de hostelería del 78

Especialmente en años como este, en que el destino Maspalomas Costa Canaria cumple 60 años desde que se pusiera la primera piedra de la urbanización turística en San Agustín, siempre es ilustrativo recordar algunos episodios singulares de la historia turística, como lo fue la primera huelga general de 1978 (desde el fin de la guerra civil) y de cómo afectó al sector de hostelería.

San Agustín (junio 2022)

El siguiente artículo de mi padre, Daniel Garzón, que reproduzco a continuación, relata una situación excepcional y única vivida en el Hotel Costa Canaria en San Agustín: ¿Cómo llevar un hotel cuando de los 164 empleados casi todos (160 trabajadores) se habían unido a la huelga general de 7 días? Y eso en plena semana de Navidad con el hotel completo, con unos 350 clientes alojados. ¡La pesadilla de cualquier director de hotel! ¿Se pudieron dar así los servicios básicos, especialmente los servicios de comidas y bebidas? ¡Sí, se pudo! Este artículo explica cómo ocurrió. En esa época yo era muy pequeño, pero entre las cosas que recuerdo está que los clientes que participaron en mantener los servicios de hotel activos se pasaron «las Navidades de su vida». Veamos la historia:

«La huelga de hostelería de diciembre de1978 en Gran Canaria: una historia de cine jamás rodada»
(Daniel Garzón Luna)

Durante la dictadura del general Franco, que duró casi 40 años, no existió el derecho de huelga y, consiguientemente, las huelgas que se produjeron en dicho período fueron ilegales y reprimidas como tales.

Franco murió en el año 1975 y con su muerte España entró en un proceso de democratización y restauración de los derechos que durante la dictadura habían estado prohibidos como, por ejemplo, el derecho de huelga.

En consonancia con el levantamiento de la prohibición de las huelgas, se gestó en el seno de la hostelería a nivel nacional  -a través de los sindicatos-  una programación de huelga para las Navidades del año 1978 que tuvo como argumento no sólo la razón económica, que suele ser la motivación esencial de la mayoría de las huelgas, sino un fondo político como banco de prueba de la nueva libertad en el mundo del trabajo.

Consecuentemente, después de negociaciones entre el mundo empresarial y el del trabajo que no llegaron a fin positivo alguno, los sindicatos implicados, que fueron prácticamente todos los existentes en el momento, convocan una huelga general en el sector hotelero de toda Gran Canaria que comienza el día 22 de diciembre de 1978, llegando su negociación entre las partes hasta alcanzar un acuerdo el día 28 por la tarde del mencionado mes de diciembre. Este es el período neurálgico de ocupación hotelera de toda la temporada turística de invierno de Canarias por estar casi la totalidad de los hoteles al cien por cien de su capacidad alojativa.

Esta huelga era imparable pues era la primera huelga general legal que tenía lugar en España desde el fin de la guerra civil en 1939. Afectó a toda la isla, especialmente a los complejos turísticos del sur de Gran Canaria.

A la sazón yo ostentaba desde 1968 la dirección del Hotel Costa Canaria en San Agustín, Gran Canaria, que tenía una capacidad de 300 camas, pero en esa fecha, fin de año, había muchas camas extras de niños dado las vacaciones navideñas por lo que el número de clientes eran unas 350 personas; el personal del hotel lo componían 164 personas de las cuales solo cuatro entraron a trabajar, además de la orquesta, un conjunto sevillano de 5 personas, y 4 administrativos de la dirección general que no se sumaron por no ser empleados del Hotel. Esta situación se mantuvo así desde el día 22 al día 28 de diciembre en que, al anochecer, llegaron las partes negociadoras a un acuerdo y quedó desconvocada la Huelga.

Hotel Costa Canaria en San Agustín (1982)

Desarrollo del período de la huelga

Cuando el día 22 subí al hotel a las 6 de la mañana  -ya el día anterior se rumoreaba que habría huelga pero no estaba confirmado-  quedé estupefacto al ver que todo el personal, prácticamente, se quedó en la puerta del hotel y no entró a trabajar; el hotel con 350 personas que había que dar de comer, beber y atender en lo que toda persona necesita, sobre todo en un hotel. ¿qué hacer y por dónde empezar? En primer lugar, con la ayuda del Jefe de Servicios Técnicos, preparamos lo necesario en la cafetería para dar el desayuno a los clientes que comenzaran a bajar. Café, leche, pan (el panadero exterior funcionó), mantequilla y mermelada. Ese día no hubo más desayuno que ese.

En el curso de la mañana, y como quiera que no había vestigios de que la huelga en cuestión de uno o dos días terminara, reuní en mi despacho a una serie de clientes asiduos  -en esa época del año había siempre muchos asiduos-  y les puse al corriente de la situación y que necesitaba que cada uno de ellos formará un equipo de entre los clientes y que se hicieran cargo, con la autoridad y respaldo que yo como director les confería, de todos los departamentos del hotel imprescindibles para que todos los alojados tuvieran la mínima asistencia necesaria. Así se hizo, cada uno de ellos (hombres y mujeres) se escogieron un equipo de entre la clientela del hotel y no faltó la comida del almuerzo y la cena ni tampoco faltó el desayuno que quedó a mi cargo manual durante toda la huelga en cuya tarea me ayudó la esposa del embajador de España en Suecia, que se encontraba en el Hotel recuperándose de una operación, y la señora de un vasco cuya familia numerosa pasaba los fines de año en el Costa Canaria.

Mesa de despedida a la familia Bauschke, despedida habitual a los clientes asiduos, 6ª estancia (1979). En el Hotel Costa Canaria era habitual decorar la mesa de los clientes asiduos para la cena de despedida. En el texto siempre estaba el número de su estancia, de lo cual la Dirección llevaba un minucioso seguimiento.

Las bebidas que se sirvieron en el restaurante durante las comidas fueron gratuitas pero bajo la vigilancia del «maitre» de comedor que fuesen servidas en vasos o copas pero no por botellas para evitar abusos. En lo que al bar se refiere se aplicó un descuento del 50% de los precios de la carta de bar para evitar un consumo de alcohol desmadrado.

Cómo es de suponer, la «maquinaria» chirrió en no pocas ocasiones durante los larguísimos 7 días de huelga, pues no faltaron los clientes que se resistieron a aceptar la autoridad de los «coroneles y coronelas» que estaban al mando de los departamentos pero en todo los casos actúe con una contundencia inequívoca y les dejé claro que estábamos en una situación de emergencia y tenían comida, bebida, ropa limpia colocada en los descansillos de los pisos y, además, orquesta y música y en tiempos de emergencia no se cambia nada que esté funcionando y si a alguno no le iba la disciplina tenía las puertas abiertas para marcharse (ver más detalles en el post original sobre el «motín» que se produjo en la cocina).

A todo esto tengo que añadir que en el segundo día de huelga se produjo un incidente en los fogones de la cocina debido a un escape de gas y me vi obligado a tener que prohibir la utilización de los fogones par comidas calientes y que si querían hacer algo caliente como caldos o algo por el estilo tenían que utilizar el hornillo de la cafetería, por lo que sólo pudieron comer platos fríos durante toda la huelga.

A pesar de la difícil situación, no se marchó ni un solo cliente del hotel durante los 7 días de huelga. Y por parte de la empresa, explotadora del hotel, sólo se presentó un día de los siete el consejero delegado acompañado del director general administrativo. Les acompañé al bar donde se tomaron una bebida, servida por un cliente, y me dijeron: «bueno, vemos que usted no tiene problemas» y se marcharon. Por parte de los servicios centralizados de lavandería y economato de la empresa explotadora del Hotel tengo que decir que me funcionaron bien, no faltó ropa ni géneros de comida. Debo añadir que el Hotel no recibió ni una sola exigencia de reducción de factura por parte de los turoperadores por indemnizaciones a  clientes suyos alojados en el Hotel durante la huelga  que reclamaran compensaciones.

El día 29 de diciembre por la tarde-noche, el hotel ya en marcha pues el personal entró a trabajar en «tromba», el director del Hotel Costa Canaria, aquejado de una gripe que arrastraba desde hacía días, se tuvo que meter en cama donde permaneció durante una semana con alta fiebre. 

Debo decir que, terminada la huelga, el Hotel siguió funcionando como si nada hubiera pasado.

Un vez recuperado de la gripe, me incorporé al trabajo y una de mis primeras decisiones fue el ofrecer una cena especial a todos los «coroneles y coronelas»- que aún no habían terminado sus vacaciones y se encontraban en el Hotel-  que hicieron posible que el Hotel siguiera abierto y funcionando durante los siete días de huelga.

Cena de agradecimiento a los «jefes de departamentos», los «Coroneles» que mantuvieron el Hotel Costa Canaria «andando» durante una semana sin personal (Daniel Garzón al fondo, a su derecha la «jefa de cocina»)

El personal del Hotel, concentrado en la puerta de servicio del Hotel, tuvo que sufrir, avergonzados, la vergüenza de las incriminaciones de los clientes asiduos del Hotel, muy familiarizados con muchos de ellos debido a sus repetidas visitas en vacaciones, por haber dejado al director solo con el Hotel completamente a tope.

Puedo decir sin exagerar que esta fue la más relevante ‘anécdota’ que puedo contar de mi larga etapa como director de hotel.

Foto histórica del Hotel Costa Canaria – Navidad de 1967 – Felicitación del personal a la clientela

Artículo original en: «Gran Canaria en su Encrucijada: Blog de Daniel Garzón Luna», 29 de mayo 2022.
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«La comercialización hotelera en los inicios del Turismo», octubre 2019.
«…Dada la actualidad que ha tomado la cuestión de la comercialización por turoperación después de la quiebra de Thomas Cook, en este post recordaremos el papel de los turoperadores en dicha fase de los inicios del Turismo en Gran Canaria. Para ello, y dado que en dichos años quien suscribe este post aún no estaba presente, recurro a la sabia experiencia de Daniel Garzón Luna, Director de uno de los primeros hoteles del Sur de Gran Canaria, el Hotel Costa Canaria, desde finales de los años 60 hasta entrados los 80…«


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