No, no me refiero a una entidad bancaria pública, de la que tanto se habla y cuya reivindicación incluso ya la vemos en algún programa electoral, sino al banco público para sentarse y descansar. Con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad que se ha celebrado esta semana (3 de diciembre), quiero centrar este post en el banco como un instrumento de vital importancia para los turistas con discapacitación o movilidad reducida.

Las infraestructuras peatonales del núcleo turístico más importante de Gran Canaria, la Playa del Inglés, han sido diseñadas principalmente para transitar de un «sitio A» hacia un «sitio B», pero no para pasear. Existe una diferencia muy importante entre «transitar hacia un sitio» y «pasear». Esto último implica una importante actividad de ocio para el principal cliente de Canarias en invierno, el cliente mayor, que precisamente es el segmento en el cual encontramos mayor cantidad de personas con movilidad reducida.

Turista con movilidad reducida en la avenida marítima de Playa del Inglés

Cuando en el Sur de la Isla se habla de la inversión del Siam Park, a menudo olvidamos que es un producto dirigido principalmente al segmento familiar (donde es importante recuperar el mercado perdido por la feroz competencia de Turquía). Lo que es el Siam Park para la familia, un exclusivo parque temático de ocio, lo podrían ser para el turista mayor unas infraestructuras que incorporen la movilidad como eje principal de su diseño. Es decir: las infraestructuras como «mega-parque temático». Para ello es vital eliminar las barreras urbanísticas con que se encuentra el turista de movilidad reducida: accesos de subidas y bajadas a las aceras, obstáculos en las aceras (farolas, básculas), bajada y subida a la Playa del Inglés (75 escalones por cada lado al Anexo II), suficientes bancos de descanso, etc. Veamos el tema de los bancos:

Playa del Inglés: ¿suficientes bancos?

Uno de los bancos en el tramo de la avenida marítima de Playa del Inglés que va del Sahara Playa al RIU Palace

El reparto de bancos en la Playa del Inglés es muy dispar. Un ejemplo de ello es la avenida marítima, una de las principales zona de paseo de Playa del Inglés. En su primer tramo, desde el CC Tropical hasta el Hotel IFA Dunamar, aprox. cada 30 metros nos encontramos un banco (en total 57 bancos en dicho tramo), mientras en su segundo tramo, desde el Hotel Sahara Playa al RIU Palace, el turista sólo puede encontrar dos bancos (situados a la altura del Santa Mónica), además en muy mal estado, tanto visual como físico, pues en uno de ellos hay evidente peligro de corte (ver imagen anexa).

Bancos de la Avenida Tirajana: todos ubicados en las rotondas

Si nos fijamos en una de las principales arterias de tránsito de Playa del Inglés, la Avenida de Tirajana (que va desde el Edificio Mercurio hasta el Hotel RIU Palace), nos encontramos con bancos tan sólo en las cuatro rotondas que se encuentran a lo largo de la avenida, en su mayoría por ser parte de paradas de guagua, pero ningún banco en los largos tramos entre las rotondas. No es cuestión de que un turista se pueda sentar a ver el paisaje, pues esta avenida no tiene gran atractivo visual, sino de que tenga un sitio donde sentarse un momento cuando no puede recorrer largas distancias sin descansos intermedios, algo habitual en personas mayores. Y esta carencia es extensible a todo el núcleo turístico: Playa del Inglés, como «ciudad turística», tiene demasiados tramos peatonales largos sin bancos. En general, brillan por su ausencia.

Bancos en las nuevas obras de infraestructuras: aceras CC Jumbo (izquierda) y Avda. Alféreces Provisionales (derecha)

Durante mucho tiempo parece que los bancos públicos quedaron discriminados en la planificación de servicios infraestructurales en Playa del Inglés, quizás por el servicio de mantenimiento y limpieza que implican o quizás por el temor a que en verano se conviertan en «la barra del bar» de los habituales botellones de jóvenes. Sin embargo, en las nuevas obras de infraestructuras que se están efectuando recientemente en el Sur, por fin se están teniendo en cuenta los bancos, como podemos ver en obras aisladas del Consorcio (p.ej. peatonalización de los parkings a ambos lados del Aparthotel Playa del Inglés) y en obras del Ayuntamiento (p.ej. vía del Jumbo hasta la Kasbah, Avda. Alféreces Provisionales a la altura del Sahara Playa). Es importante que siga la implantación de bancos en esta nueva línea, también en rectas peatonales que no necesariamente estén en vías de reformas totales o parciales como los anteriores ejemplos citados del Jumbo o el Aparthotel Playa del Inglés.

Y el ascensor de la playa, ¿para cuándo?

Escaleras de la avenida marítima a la altura del Sahara Playa : 75 escalones (Fuente: Blog de Daniel Garzón Luna)

La desconexión de los dos tramos de la mencionada avenida marítima nos lleva a otro problema importante con relación a la movilidad: la bajada a la playa (así como posterior subida), donde por ambos lados el turista se ve enfrentado a más de 70 escalones. La solución lógica sería la construcción de un ascensor o la instalación de escaleras mecánicas (ver imagen anexa); ‘pinchar’ para ampliar). A modo de comparativo, en el Sur de Tenerife se ofrece desde hace mucho tiempo a turistas con discapacidad o movilidad reducida la posibilidad de alquiler de una silla de ruedas eléctrica, con la que se puede llegar por la avenida marítima, sin ninguna barrera urbanística, desde Los Cristianos hasta Costa Adeje.

Recordemos que precisamente en el entorno inmediato de uno de los dos accesos a la Playa del Inglés (lado del Sahara Playa) se han reformado durante los últimos años varios establecimientos (RIU Palmeras, Apolo, Carmen, El Palmar, Las Rosas), lo que implica para el Ayuntamiento un ingreso (15% por el aprovechamiento lucrativo), el cual en teoría debería ser invertido en infraestructuras en un radio de 500 metros de los edificios reformados. ¿Qué mejor inversión de dicho impuesto que en un ascensor o unas escaleras mecánicas para facilitar la movilidad?

Playa del Inglés 2020, ¿un mega-parque temático para mayores?

Diversos periodistas y críticos turísticos han apuntado a “una ciudad para mayores” como futura salida de Playa del Inglés, como p.ej. Ángel Tristán Pimienta en ”Una ciudad de los mayores como respuesta a la quiebra” (octubre 2009) o Daniel Garzón Luna en “Comercialización y promoción turística de Playa del Inglés” (noviembre 2007). Probablemente este enfoque hacia el turista mayor y sus necesidades vacacionales sea la única opción comercial estable y viable para Playa del Inglés y donde podría llegar a ser (ya lo es en buena medida) única en el mundo. Seamos realistas, Playa del Inglés no va a convertirse en un núcleo de alto lujo con «turistas de alto standing» que gasten 400 euros al día, ni todos los complejos de apartamentos se van a convertir en hoteles de gran lujo, tal como pretenden dar a entender algunos políticos, pero sí puede convertirse en un destino de calidad para el segmento mayor, que no significa otra cosa que disponer de una oferta acorde a las necesidades de este cliente mayor. Y resulta que precisamente este segmento es el que más personas con movilidad reducida tiene. Razón de sobra para que la movilidad sea el eje central sobre el que pivote la rehabilitación de las infraestructuras turísticas de manera que ningún turista con discapacidad o movilidad reducida se encuentre ante la situación de pedir: ¡un banco, por favor!

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Artículos relacionados:
Serie de 12 partes de Daniel Garzón Luna “La nave del turismo grancanario: embarrancamiento anunciado”, septiembre-octubre 2007
1ª parte: Sur turístico grancanario: cuando la retirada de basura requiere toma de medidas
2ª parte: Sur turístico grancanario: “hoja de ruta” con objetivo a alcanzar
3ª parte: Movilidad del turista en el alojamiento elegido
4ª parte: Movilidad de los turistas discapacitados y los mayores en la zona turística del Sur
5ª parte: Movilidad por medio del taxi
6ª parte: Movilidad por medio de guaguas urbanas (servicio a crear)
7ª parte: Bajada y subida a la playa por medio de escaleras mecánicas y ascensores
8ª parte: El ruido en la zona turística
9ª parte: El tráfico en Playa del Inglés (zonas azules)
10ª parte: Mobiliario urbano en Playa del Inglés
11ª parte: La regeneración de playas
12ª parte: Promoción y comercialización turística de Playa del Inglés

Artículos relacionados en este blog:

Serie de 5 partes “Turismo & Movilidad”, 3 de diciembre 2010

1ª parte: Movilidad del turista en el alojamiento elegido
Con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, el 3 de diciembre, en este artículo de cinco partes se trata la discapacidad y la movilidad reducida en el turismo. Para ello, en las primeras cuatro partes del artículo se reproducen artículos de Daniel Garzón Luna de la serie “La nave del turismo grancanario: embarrancamiento anunciado”, que tratan las consideraciones en cuanto a la movilidad del turista que se pueden tener en cuenta tanto en la planificación a nivel de infraestructura del núcleo Playa del Inglés…

2ª parte: Movilidad del turista discapacitado en la zona turística
Las farolas existentes en casi toda la zona turística del Sur están montadas dentro de un cubo de cemento con una base de 53 por 53 centímetros y están colocadas encima de las aceras. En el caso de Playa del Inglés no hay problema en la actualidad para que transite un discapacitado en silla de ruedas porque entre la farola y la pared queda un espacio de 110 centímetros que es suficiente para que pase una silla de ruedas de 85 centímetros que es el mínimo espacio necesario…

3ª parte: Movilidad por medio del taxi
El taxi ha jugado un papel fundamental como transporte público en toda la zona turística del Sur desde que comenzó su explotación a mediado de los años sesenta hasta el día de hoy; la falta de servicio del transporte de guaguas urbano lo ha suplido el taxi casi exclusivamente durante unos cuarenta años, ya que el tímido servicio urbano que prestan las empresas de transportes interurbanos, si bien muy loable, no se puede considerar como servicio urbano dentro de la zona turística con conexión a los pueblos aledaños…

4ª parte: Bajada y subida a la playa por medio de escaleras mecánicas y ascensores
Las bajadas a la playa de Playa del Inglés por la escalera de 75 escalones , 10 descansillos -sin bancos para un respiro en ninguno de ellos- y con un desnivel del 75%, situada detrás del Hotel Sahara Playa, y la que se encuentran enfrente, al lado del Hotel Dunamar, con 76 escalones, un solo descansillo en el centro de la misma -también sin banco para un respiro- y con un desnivel del 70%, hacen imposible el desplazamiento a la playa de personas inválidas que tienen que hacerlo, las poquísimas que lo hacen, con un medio de transporte especial para ello, siendo también de alto riesgo cardíaco el bajar a la playa para personas mayores por el esfuerzo físico que implica la subida con la consiguiente alteración del ritmo cardíaco...

5ª parte: Movilidad reducida, discapacidad y productos turísticos
…En caso de acompañar a estas mejoras infraestructurales una flexibilización de la moratoria, podrían surgir algunos proyectos más especializados dirigidos a clientes mayores de larga estancia con instalaciones adaptadas, programas de entretenimiento especializado, consideraciones nutricionales, o proyectos hoteleros muy especializados, como el hotel “medical-wellness” o el “geriátrico vacacional” con asistencia especializada.

«Movilidad e Inmovilismo», 3 de diciembre 2011
Hoy, 3 de diciembre, es el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. La movilidad y la accesibilidad tienen mucho que ver con el turismo, nuestro motor económico canario. Con motivo de ello el año pasado, justo en esta fecha, se publicó en este blog una serie de cinco posts titulada “Movilidad & Turismo” en la cual, principalmente, se exponían algunas cuestiones que había que tener en cuenta durante la rehabilitación de las infraestructuras turísticas del Sur para facilitar la movilidad del turista, especialmente pensando en el cliente discapacitado...

«Rehabilitación de infraestructuras turísticas», septiembre 2012
Un proyecto de rehabilitación va más allá y debe adaptar las infraestructuras a las necesidades turísticas actuales, como es el caso de las dos obras licitadas que conllevarán la adaptación de los dos parkings a un aumento de las posibilidades de la movilidad del turista. Además, este tipo de obras implica no limitarse sólo a la ejecución técnica del proyecto en sí, sino puede tener también efectos secundarios que podrían necesitar regulación suplementaria, como en este caso la redefinición de ubicaciones de plazas de aparcamientos, pues con la obra se eliminarán al menos un 50% de las actuales…