Gran Canaria, ¿destino ideal para el cicloturismo? (1/3)
Desde los inicios de los 2000 el cicloturismo ha ido en progreso en Gran Canaria, desde el nivel de ciclista ocasional hasta el más profesional, especialmente en los meses desde enero hasta abril y atraído por la combinación entre el clima, las características topográficas de la isla y los paisajes interiores, características idóneas p.ej. para los entrenamientos profesionales de pretemporada. El pasado lunes, 28 de febrero, se ha producido un accidente en un túnel entre la Playa del Cura y el Medio Almud con el resultado de un ciclista herido de gravedad. Pocos días antes, en la GC-500 en Maspalomas un ciclista sueco de 23 años perdía la vida en otro trágico accidente. Son dos accidentes en una semana, pero en la pasada década nos encontramos más casos, también algunos mortales, como el fallecimiento de un ciclista alemán en el 2005 en un túnel cercano al barranco de Taurito. Este artículo, lejos de pretender culpar a los conductores de los accidentes puntuales, tiene como objetivo tratar algunos factores que se consideran necesarios mejorar para que Gran Canaria pueda consolidarse como destino cicloturista seguro: la adecuación de las infraestructuras, una cultura de respeto del conductor motorizado hacia el ciclista y, también, un mayor rigor en cumplimiento de las normativas por parte de los mismos ciclistas.
1) La adecuación de las infraestructuras
Cada vez nos damos más cuenta de que la calidad de los establecimientos turísticos no es suficiente para cubrir las expectativas de determinados segmentos de clientes. Para el cicloturista las infraestructuras juegan un papel predominante. Desde hace varios años muchos hoteleros ya se han adaptado a las principales necesidades del cicloturismo, acondicionando en su establecimiento un garaje seguro para las bicicletas, así como una zona de lavado y taller, aumentando en la oferta de alimentación la variedad de carbohidratos de bajo-medio índice glucémico (para favorecer la recarga energética), ampliando la flexibilidad de horarios del restaurante (para poder ingerir el desayuno dos horas antes de la competición)… Sin embargo, en las vías de circulación vemos muy poco progreso. No hay vías ciclistas (vías específicamente acondicionadas para las bicicletas) y apenas hay carriles-bici (cuando discurre adosado a la calzada), carriles-bici protegidos (con elementos laterales que lo separan del resto de la calzada), aceras-bici (con trazado independiente de la carretera) o sendas ciclables (vías para peatones o bicicletas que discurren por espacios abiertos, parques o bosques). Todo sigue casi igual que hace una década. En las vías urbanas de los principales núcleos turísticos hace tiempo que se están reclamando carriles-bici, lo que a la vez fomentaría el uso de la bicicleta como medio de trasporte urbano. A esta última acción de fomento del turismo ciclista se podrían sumar acciones localizadas en otras partes de la isla, como p.ej. la construcción de una vía ciclista en la autovía Meloneras-Arguineguín, o bien el cierre de un carril de dicha autovía, convirtiéndolo en una vía ciclista.
Asimismo, los túneles representan un peligro importante para los ciclistas, por lo que convendría estudiar la viabilidad de la iluminación de dichos túneles, especialmente teniendo en cuenta el contraste de iluminación para los conductores a la entrada/salida de los túneles (y el hecho de que muchos conductores no se quitan las gafas de sol en el túnel y, por otro lado, que muchos ciclistas no utilizan prendas reflectantes).
El empresario del cicloturismo Michael Pivovaroff, propietario de la empresa familiar Free-Motion, distingue entre tres segmentos principales de cicloturistas en Gran Canaria: el “ciclista de carrera”, el ciclista de mountain-bike y el “ciclista ocasional”. “El primero utiliza más las vías interurbanas hacia el interior de la isla. El segundo también, pero prefiere salir de las vías y utilizar caminos por pistas o bosques. El tercero, el ciclista ocasional, utiliza la bicicleta más bien como un medio de transporte urbano para conocer la zona y visitar sitios cercanos de interés, no se aleja mucho de la zona urbana porque no suele tener la preparación física de los otros dos segmentos”. Para el segmento de ciclistas de carrera propone mejoras en la calzada en determinados tramos de la isla (como p.ej. Sta.Lucía- Temisas- Agüimes), así como la iluminación de los túneles en la vía a Puerto de Mogán. Para el segmento de mountain-bike comenta que sería interesante acondicionar más caminos o sendas ciclables, mientras que para el ciclista ocasional sería importante la introducción de carriles-bici en las zonas turísticas y “mejorar las conexiones entre los núcleos Bahía Feliz- San Agustín- Playa del Inglés-Maspalomas, de manera que el ciclista ocasional pueda cambiar de núcleo de forma segura”. En este segmento del ciclista ocasional ve un importante potencial de aumento gracias a su reciente introducción del Elektro-Bike, “el cual permitirá a este cliente p.ej. llegar a Puerto Rico sin necesidad de tener una condición de deportista habitual” (ver entrevista completa en la 2ª parte del artículo).
2) Cultura de respeto vial hacia el ciclista
Además de las infraestructuras, también es necesario analizar nuestra cultura de respeto vial hacia el ciclista. Si bien en general los ciclistas suelen valorar como respetuosa la actitud vial de los conductores, aún hay algunos conductores que no consideran a la bicicleta un vehículo de tráfico con los mismos derechos (y obligaciones) que los vehículos motorizados, cargándose de impaciencia cada vez que tienen que aminorar la velocidad por un ciclista o un grupo de ciclistas. En cada reforma de la Ley de Tráfico de los últimos años siempre han sido incluidos aspectos de protección para los ciclistas, como, por ejemplo, algunos cambios introducidos en la Ley de 2004, de los que se citan dos (los cuales muchos conductores aún no conocen):
Prioridad de paso: Cuando los ciclistas circulan en grupo, la prioridad de paso del primer ciclista en un cruce o una rotonda se aplica por extensión también al resto del grupo, como si fuera un solo vehículo (es decir, cuando circulan en grupo se les considera como una única unidad móvil a efectos de prioridad).
Adelantamiento: Para adelantar a un ciclista o grupo de ellos, se ocupará parte o la totalidad del carril contrario de la calzada, incluso cuando esté prohibido el adelantamiento, siempre que se pueda efectuar la maniobra sin peligro, respetando la distancia lateral mínima de 1,5metros. Igualmente, queda expresamente prohibido poner en peligro o entorpecer a ciclistas que circulen en sentido contrario al del adelantamiento.
3) Mayor rigor en el cumplimiento de las normativas por los ciclistas
Por otro lado, es importante que los ciclistas cumplan con las normativas (por su propia seguridad). Las reformas de ley de Tráfico contemplan cada vez más sanciones a las infracciones por los ciclistas, como p.ej. la siguiente novedad de la Ley 18/2009 (que entró en vigor el 25.05.2010):
Alumbrado y reflectantes: El no hacer uso por parte de los usuarios de los elementos y prendas reflectantes es infracción leve. Recordemos que el catadióptrico rojo trasero es obligatorio a todas horas, mientras que los reflectantes amarillos en ruedas y pedales son opcionales. Las bicicletas tienen que llevar encendidas la luz de posición delantera (blanca) y trasera (roja), si circulan entre el ocaso y la salida del sol o en tramos afectados por la señal «Túnel». En las vías interurbanas, además del alumbrado hay que llevar colocada «alguna prenda reflectante» (chaleco, mochila,..). Este aspecto es vital, pues varios accidentes ocurrieron en los túneles entre Puerto Rico y Mogán, donde juega un papel muy importante la rápida percepción del ciclista por parte de los conductores. Además, durante la mayor parte de la temporada alta de cicloturismo (enero-abril) tenemos el horario de invierno, en los que ya sobre las seis de la tarde oscurece y, sin embargo, a diario vemos ciclistas circulando sin luces en la oscuridad. Quizás sería necesario ampliar el uso de prendas reflectantes en horarios nocturnos también a las vías urbanas, ante todo teniendo en cuenta la mala iluminación que tienen determinados cruces de Playa del Inglés/San Fernando, así como el hecho de que las bicicletas con luz de dinamo al pararse en los cruces sólo les queda el reflejo del catadióptrico trasero para hacerse ver.
Hasta aquí sólo se ha comentado el ciclismo desde el punto de vista turístico, pero también entre los locales este deporte ha tenido un importante auge durante los últimos años. La situación pide una intervención, especialmente en el acondicionamiento de las infraestructuras, que aporte más seguridad vial al ciclista y que ayude a consolidar Gran Canaria como un destino seguro para el cicloturismo.
En la segunda parte del artículo se incluye una entrevista a un emprendedor del sector del cicloturismo y en la tercera parte las opiniones de un ciclista canario y de un residente del Sur.
Me parece un artículo muy importante desde el punto de vista de la seguridad de los ciclistas. Es necesario acostumbrarnos a cumplir con todas las normas como las señales reflectivas, luces delanteras y traseras. Yo añadiría marchar lo máximo en fila de a dos en fondo.