¿Otro «techo turístico» para Canarias?
El día 12 del pasado mes de marzo la Consejera de Empleo, Margarita Ramos, planteó en comisión parlamentaria establecer un “techo turístico” para Canarias, es decir, poner un límite a la entrada de turistas: “Hay que preguntarse si doce millones de turistas es una cifra sostenible, con el volumen de agua y electricidad que se precisa y los residuos que se generan” (en laprovincia.es, 12.03). La Consejera planteó que “podría ser conveniente establecer un «techo de sostenibilidad» para el turismo en Canarias dentro de una estrategia de diversificación económica que apueste por el turismo de calidad, científico, cultural y deportivo que dé valor al ocio, el descanso y la formación”.
Dejando a un lado el hecho de que técnicamente no es posible la limitación de visitantes a través del ratio “número de turistas” (pues, ¿cómo hacerlo?, ¿con paradas de ventas del destino a partir de cierto número de reservas?,…), llama la atención que la Consejera no basó su planteamiento de un “techo turístico” en algún estudio contrastado de sostenibilidad, sino aparentemente sólo en la cifra récord de turistas que visitaron Canarias en el 2011. Es decir, que simplemente identifica como peligro de la “sostenibilidad” el crecimiento de visitantes del 2011 y propone limitar un mayor crecimiento por considerarlo “insostenible”. Habría que empezar por categorizar la naturaleza del crecimiento récord del 2011, ¿qué factores propiciaron la cifra récord de visitantes a Canarias? ¿Fue consecuencia de un crecimiento natural del mercado? Este es tema del siguiente párrafo.
Crecimiento natural versus crecimiento coyuntural
En el turismo hay muchos factores que intervienen en la determinación de los flujos de turistas hacia un destino. Con relación a un destino pueden ser factores internos (envejecimiento del producto que se ofrece, introducción de nueva oferta diferenciada,..) o externos (de otros destinos o globales). En el caso de Gran Canaria los visitantes disminuyen progresivamente a partir del año 2000; el destino se encuentra en su fase de madurez turística causada por el envejecimiento (de la planta alojativa, infraestructuras y conceptos vacacionales). En el gráfico anexo se puede observar la tendencia decreciente de turistas extranjeros; la flecha discontinua indica hacia dónde iba evolucionando el destino grancanario, en caso de no producirse distorsiones coyunturales o efectos de rejuvenecimiento del producto. En el 2009 se observa una “distorsión coyuntural negativa” (efectos de la crisis económica global) que se suma a la «crisis de madurez» y reduce más aún la cifra de visitantes en ese año.
Visitantes extranjeros a Gran Canaria 1995-2011 (en millones)
Sin embargo, en el 2011 pasamos al efecto contrario, una “distorsión coyuntural positiva”, el efecto norte de África (“positiva” referido a los efectos aquí contemplados, nunca en cuanto a las desgracias en los países afectados). Por tanto, en el 2011, a un factor de crecimiento natural, que es la recuperación de las economías europeas (principalmente la alemana), se le suma un factor de crecimiento coyuntural, que es el desvío de flujos turísticos del Norte de África. A ello se le suman en Canarias las bonificaciones de las tasas aéreas, que, si bien no han tenido una incidencia tan alta en la cifra de visitantes como los otros dos factores mencionados (recuperación economía + efecto África), sí han influido en la variable “número de visitantes extranjeros a Canarias” (medidos por llegadas de pasajeros de vuelos extranjeros), especialmente a través de una mayor llegada de visitantes que reservan, muchos de ellos, establecimientos ilegales y un mayor uso de las conexiones aéreas más económicas por los propios residentes. Es decir, en el 2011 se han sumado causas de crecimiento natural (reestablecimiento de la demanda por mejora de la economía,..) con causas coyunturales (efecto norte de África,..).
¿Qué evolución se espera de los factores coyunturales?
En cuanto a los destinos “fuera de juego”, Egipto no se recupera aún con claridad, continúan los secuestros de turistas y, con ello, la inseguridad; Túnez parece que está de vuelta plenamente; se suma este año un nuevo destino con problemas, Grecia, en este caso no son problemas de seguridad, sino de imagen (ver post anterior de Grecia). En este sentido, durante el 2011 continúa habiendo desvíos de flujos, aunque en una medida decreciente. Varios economistas (ver post “Europa”) coinciden en que Grecia saldrá este año, muy probablemente, de la eurozona y devaluará su nueva moneda en un 30-40%, haciendo de esta manera más competitiva su oferta turística. A ello se le suma que cuando vuelva a competir el norte de África “a pleno rendimiento”, lo hará con una oferta alojativa moderna recién construida y adaptada a las necesidades de los clientes (ver post “Destinos emergentes”).
En cuanto a los precios del transporte aéreo, la quiebra de Spanair, la equiparación de las tasas aéreas y el aumento del coste del combustible han aumentado el precio del pasaje a Canarias. Un mayor precio disminuiría los visitantes, especialmente el segmento de turistas muy sensibles al precio que reservaban establecimientos ilegales, oferta que además se prevé disminuirá por un mayor control previsto por parte de las autoridades turísticas.
¿Estaríamos ante un escenario en el que después del parche coyuntural los visitantes volverán a evolucionar hacia la tendencia decreciente que llevábamos en la madurez? (equivale a la curva roja en el gráfico de arriba) ¿O, por lo contrario, la evolución será de un nuevo aumento de visitantes? (equivale a la curva verde en el gráfico de arriba).
No se prevé que la evolución tras el parche coyuntural sea igual que en 1991, cuando la Guerra del Golfo y la crisis de Yugoslavia desviaron un importante flujo turístico hacia Canarias, coincidiendo con la salida de la “crisis estructural de desaceleración de 1988”, viviéndose a partir de 1991 (y hasta el 2000) muy buenos años turísticos de constantes aumentos de turistas.
En la actualidad aún no se ha producido un “rejuvenecimiento del producto”, de manera que impulse claramente un crecimiento natural del número de visitantes. Si bien ha habido en Gran Canaria algunas importantes inversiones privadas en rehabilitación alojativa (ninguna por la Ley de Medidas Urgentes), no se ha llevado a cabo ni un solo proyecto importante de renovación de infraestructura turística y la oferta de ocio sigue siendo muy limitada. Todo ello podría indicar que al destino aún le queda mucha competitividad turística por recuperar.
Por tanto, ante la previsión de que las cifras de visitantes por la propia interacción del mercado vuelvan en los próximos años a la evolución descendente que habían iniciado con la madurez en el 2000 en Gran Canaria (flecha discontinua del gráfico de arriba), no tiene sentido proponer limitar un número máximo de turistas, pues el mismo mercado presenta a corto plazo (si no se actúa en contra con acciones de rejuvenecimiento) una tendencia natural descendente.
¿En qué situación tendría sentido hablar de un “techo turístico” del destino? Esto es tratado en el siguiente párrafo:
¿Definición de un “techo turístico” en la etapa de madurez?
El término “techo turístico” tiene semejanza en cuanto a sus efectos con la “capacidad de carga”, concepto muy utilizado en turismo, aunque poco aplicado y, con demasiada frecuencia, demagógicamente. ¿Cuándo tiene sentido la definición de la “capacidad de carga” de un destino turístico? Tiene sentido definirlo cuando un destino se encuentra en su fase de introducción o al principio de su fase de crecimiento, es más, debería formar parte de la planificación estratégica de cada destino en sus etapas iniciales. La capacidad de carga es definida habitualmente en plazas alojativas, ya que a través de ellas se regula el número de visitantes. Debe ser vista como una “alarma temprana” o una guía que acompaña, modula y dirige el crecimiento. Es decir, se desarrollaría un destino en base a unos parámetros que prevén de antemano el número de visitantes deseados y el crecimiento de la población total y activa acorde a estos visitantes. Se puede entender como un parámetro de control medioambiental, que a la vez regularía la componente social y la económica según va creciendo un destino, y que tendría como máximo objetivo el equilibrio social, ecónomico y medioambiental. En un post anterior de noviembre 2011 llego a la conclusión de que la capacidad de carga es un término a-priori, que debe ser calculada y aplicada antes del crecimiento pincipal de un destino (ver más detalle en: “La capacidad de carga turística”).
Sin embargo, el Gobierno canario estableció en el 2001 legislativamente un “techo turístico” a través de la primera moratoria turística cuando Canarias ya se encontraba en la madurez turística. Dicha ley no concretiza el término “capacidad de carga” (a pesar de que lo utiliza frecuentemente en su primera versión del 2003) y simplemente se limita a frenar el crecimiento, enfriando la economía a través de la prohibición de la construcción de nuevas camas. Posteriormente, en el 2009, se mantuvo la congelación del crecimiento alojativo a través de la segunda moratoria, la cual hace pocos días ha sido prorrogada otros seis meses más (pues caduca en mayo 2012) hasta diciembre del 2012, fecha en que se pretende aprobar la tercera moratoria autonómica.
Por tanto, Canarias ya tiene un “techo turístico” desde hace más de una década y las intenciones del Ejecutivo regional pasan por mantenerlo a toda costa, a pesar de los diversos efectos negativos que ha tenido sobre la economía canaria. Entre estos efectos destaca la reducción de la capacidad alojativa de destinos como Gran Canaria. Se puede poner legislativamente un “techo por arriba”, pero no un “fondo por abajo”, es decir, la oferta había sido regulada por la moratoria en cuanto a su crecimiento, pero la subsistencia competitiva de una cama en el mercado seguía siendo regulada por los mecanismos naturales de auto-regulación del mercado, la cama que no tiene demanda simplemente es expulsada del mercado.
El destino Gran Canaria ha perdido durante los últimos años más de 35.000 camas extrahoteleras, contenidas en la primera mitad de la inicial década de los 2000 por el aumento paralelo de camas hoteleras (derivadas de las licencias urbanísticas que se ejecutaron antes de caducar). A partir del 2006 el destino Gran Canaria pierde anualmente capacidad alojativa: Mientras la oferta total del destino grancanario en 1999 fue de 143.085 camas, la oferta actual, según el último censo del Patronato de Turismo de Gran Canaria, es de 128.874 camas.
Téngase en cuenta que la pérdida de camas es algo mayor, pues estos datos Patronato incluyen algunas camas que han salido del mercado temporal- o definitivamente, como p.ej. el Hotel Folías o el Hotel Apolo. Recientemente se cifraban las plazas de Gran Canaria en explotación turística en 119.631 plazas (en laprovincia.es, 19.03.12). La pérdida de camas durante los últimos años se produce casi exclusivamente en el sector extrahotelero, donde disminuyen las camas de 108.067 (en 1999) a 71.080, según el último censo del Patronato de Turismo del 16.03.12. (ver gráfico; ‘pinchar’ en la imagen para ampliar).
El “techo turístico” impuesto a través de la prohibición del crecimiento (por la moratoria), en un contexto de madurez turística, ha sido uno de los principales condicionantes de la pérdida de competitividad turística de Canarias durante la primera década de los 2000. Si se acota el crecimiento, a la vez que apenas se renueva la oferta existente, ésta envejece y pierde modernidad en comparación con la moderna oferta alojativa que están poniendo en el mercado destinos competidores. El pretender poner a estas alturas otro “techo turístico” a través del número de visitantes, tal como propone ahora la Consejera de Empleo, no tiene ningún sentido. La cuestión ahora sería más bien compatibilizar un nuevo crecimiento que, al menos, sustituya las capacidades perdidas, con criterios de desarrollo sostenible. Al igual que el desarrollo sostenible no debe ser confundido con “no crecimiento”, que ha sido el fatal error de fondo de la prohibición a la construcción de hoteles (moratoria turística), el concepto de sostenibilidad no debe ser confundido simplemente con “menos turistas”, “menos población” o con un anhelo por lo rural. ¿Dónde quedaría, en ese caso, la sostenibilidad económica y social?
Los efectos de las declaraciones de la Consejera de Empleo
¿Qué efectos produce este tipo de declaraciones por un miembro del Ejecutivo regional? Expongo algunas posibles consecuencias de estas declaraciones:
1) Transmite una imagen al exterior de que Canarias carece de planificación turística estratégica: Las declaraciones del 12 de marzo ya eran a mediodía del mismo día titular en el Telediario de la 1 (“Canarias se plantea limitar el número de turistas”); por la tarde ya estaba en hosteltur.com; al día siguiente estaba en la prensa extranjera. Desde fuera posiblemente pensarán que en Canarias no tenemos claro cómo desarrollar el turismo, con el añadido de encontrarnos en la etapa de madurez turística y con la tasa de paro que agobia a Canarias. Además, si de fuera han seguido las declaraciones de los últimos meses, posiblemente vean contradicciones del “techo turístico” con las recientes declaraciones del Director del Servicio Canario de Empleo, que planteaba construir más plazas hoteleras para crear empleo. El mundo exterior, del cual tanto dependemos, podría llegar a la conclusión de que hay descoordinación y falta de rumbo en cuanto a la planificación del futuro turístico de Canarias, lo cual, entre otras cosas, transmite inseguridad a posibles inversores en Canarias.
2) Crea turismofobia: Cuando un miembro del Ejecutivo autonómico dice que los turistas “gastan agua y electricidad y generan basura” esto no pasa inadvertido. Parece que volvemos a las alusiones a los “depredadores del territorio”, como se denominaba a principios de los 2000 (p.ej. en las campañas de justificación de la primera moratoria) a turistas y constructores turísticos. Hubo algunos años, en los que se le atribuía al turista la imagen del “guiri que viene a generar basura, ocupar la playa y a hacer sus necesidades en las islas”. Declaraciones que vuelven a tomar este rumbo, como las de la Consejera de Empleo, crean aversión al visitante y contradicen frontalmente las campañas de concienciación turística (como p.ej. la campaña “Tenerife al siento por ciento”).
3) Lanza un mensaje de desesperación a los parados canarios: No deja de llamar la atención que precisamente quien ostente la cartera de Empleo pretenda limitar con otro “techo turístico” al único sector que está creando empleo y, además, pretenda hacer ver que las únicas vías para crear empleo serían la creación de puestos subvencionados (y, por tanto, artificiales y de duración limitada) y puestos de trabajo relacionados con las energías renovables (“¿Cuántos puestos crea una desaladora? ¿40,50 o 60 puestos?” le preguntaba un periodista de élite a la Consejera en el programa “59 segundos” el 13 de marzo, un día después de sus declaraciones). Triste mensaje el que se le lanza a los parados.
Por todo ello, cabría clasificar las declaraciones de la Consejera de Empleo como una de las declaraciones más desafortunadas de los últimos años.
Noticias y artículos relacionados:
“Ramos pide poner límite a los turistas”, en La Provincia, 12.03.2012.
“La consejera de empleo plantea un techo que limite el número de turistas”, en Canarias7, 12.03.2012.
“Polémica por el techo turístico en Canarias”, en hosteltur.com, 13.03.2012.
”Stadträtin möchte Touristenzahlen auf den Kanaren begrenzen”, en comprendes-grancanaria.de, 13.03.2012.
“Los empresarios creen que Ramos contradice la gestión de Rivero”, en La Provincia, 13.03.2012.
”Canarias: Paulino Rivero aboga por calidad turística y no por cantidad”, en hosteltur.com, 14.03.2012.
“Rivero niega que Canarias esté desbordada y espera superar los 12 millones de turistas”, en La Provincia. 14.03.2012.
“El Gobierno de Rivero, a la greña”, eldiariodetenerife.com, 14.03.2012.
“Ashotel defiende la sostenibilidad pero aclara que las islas tienen más capacidad para atraer turistas”, en 20minutos.es, 15.03.2012.
“Las agencias ven el techo turístico isleño en 12,7 millones de visitantes”, en La Provincia, 15.03.2012.
”El techo turístico, un debate de sostenibilidad”, por José Miguel Pérez en Canarias7, 18.03.2012.
”El director del SCE plantea construir más plazas turísticas frente al paro”, en Canarias7.es, 02.02.2012.
Artículos relacionados en este blog:
“La capacidad de carga turística”, noviembre 2011.
”¿Superpoblación en Canarias?”, septiembre 2011.
”Los efectos de la moratorias en la competitividad grancanaria”, diciembre 2010.
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