El pasado mes se cumplieron 60 años desde que el 15 de octubre de 1962 se iniciaran las obras del núcleo de San Agustín, que supuso el inicio de la urbanización turística del sur de la isla. Fueron  promovidas por la empresa ganadora del “Concurso Internacional de Maspalomas Costa Canaria” que convocó el Conde de la Vega Grande en 1961. Este post pretende conmemorar el aniversario y hacer un breve recorrido por las seis décadas, recordando algunos de los aspectos turísticos destacados. A veces hay que recordar de dónde venimos para saber a dónde vamos.

(Nota: En realidad el turismo en sí empezó algo antes. Se puede considerar como fecha de la introducción turística la década de los 80 del siglo XIX con un turismo de élite, principalmente de salud, que se concentraba en el norte de las dos islas capitalinas. Es a partir de los años 60 cuando el desarrollo turístico obtiene nuevas dimensiones y surge el turismo de masas.)

1ª década (1962-72): La adaptación turística

En 1963 finalizó la construcción de la Rotonda en San Agustín y del primer complejo de Bungalows, Los Caracoles, y entre 1964 y 1966 surgieron los primeros hoteles (Hotel Folías y Hotel Costa Canaria), los primeros complejos de apartamentos (Nueva Suecia, Las Arenas, Las Olas, Las Brisas) y el primer centro comercial (La Kasbah). Una gran parte del capital de las inversiones efectuadas en el periodo 1968-1973 provenía de Alemania, como consecuencia de la bonificación fiscal sobre inversiones efectuadas en países en desarrollo (Ley de Strauss).

El modelo económico isleño pasó de exportar mercancías (plátanos, tomates,..) a exportar servicios en forma de paquetes turísticos, apoyados por los turoperadores internacionales, los cuales jugaron un papel decisivo en la comercialización del destino cuando Gran Canaria entró en 1968 a gran escala como destino turístico en el mercado.  (Ver relato de la época de Daniel Garzón en este blog: «La comercialización hotelera en los inicios del Turismo»)

2ª década (1972-82): Desequilibrios coyunturales  

A principios de los 70 comienza la etapa de crecimiento turístico de Gran Canaria. Se desarrollaron los principales núcleos turísticos, como Playa del Inglés, así como la infraestructura de la isla. Durante esta década, en el marco de una crisis económica internacional del petróleo, se produjeron algunos desequilibrios coyunturales, como por ejemplo la «crisis de liberalización  de precios» de 1979. En el régimen de Franco las subidas de precios hoteleros estaban reguladas con unos máximos, lo cual se liberalizó en 1978, tres años después de su fallecimiento, y se produjeron aumentos de precios de hasta el 50%. Al año siguiente los turoperadores desviaron muchas capacidades a otros destinos con el fin de contener los aumentos de precios y se inició una recesión importante de visitantes que duró hasta 1981.

También cabe recordar que en diciembre de 1978 se produjo la «gran huelga de la hostelería», que se llevó a cabo en plena Navidad sin dejar a los hoteles con servicios mínimos (ver post de este blog: «Una anécdota inédita de la huelga de hostelería de 1978»).

3ª década (1982-92): El crecimiento y la crisis del 88

En los años 80 Gran Canaria, y toda Canarias, sufren su primera crisis turística de tipo estructural: la «crisis de desaceleración de 1988». Dicha crisis fue causada principalmente por la entrada masiva de camas en el mercado canario a mitad de los 80 en una franja muy concentrada de tiempo (Aumento de camas turísticas 1985-88: Gran Canaria +35%; Fuerteventura +68%; Lanzarote + 95%). A ello le acompañaron otros dos factores: la subida general de precios en España (gastos extras) y la devaluación de la imagen del destino (mayor concienciación ecológica). Las consecuencias fueron una desaceleración del crecimiento con un ligero descenso de visitantes en 1989 (-2,5%), bajada de precios y reestructuraciones en la oferta y demanda.

4ª década (1992-2002): El final de la fase de crecimiento 

En 1991 se volvieron a alcanzar cifras de altos crecimientos, favorecido por las Guerras del Golfo y de Yugoslavia, crecimiento que perduraría hasta el final de la década. En esta década se produjo la primera moratoria turística insular, que solo se aplicó en Gran Canaria desde 1992 hasta 1998 (en base al PIOT de 1995, que fue anulado por los tribunales en 1998) y que congeló durante ese tiempo para esta isla el desfase entre camas extrahoteleras y hoteleras (70-30%).

Justamente con el cambio de siglo se hicieron evidentes varios síntomas de la madurez turística y el número de visitantes empezó a retroceder, siendo Gran Canaria la primera en perder turistas, seguida al año posterior de Tenerife y, dos años después, de Fuerteventura y Lanzarote.   

5ª década (2002-2012): La madurez turística  

La madurez turística no es una crisis en sí, sino una fase del ciclo de vida turístico de un destino. Se debe a la pérdida de competitividad turística, en lo que influyeron factores externos (como la entrada en el mercado internacional de destinos muy competitivos en precios y en modernidad de sus instalaciones) y factores internos que están directamente vinculados a la gestión del destino (envejecimiento de infraestructuras, alojamientos, falta de ocio complementarios, etc.).   

En este contexto se aprobó en 2001 el primer decreto y en 2003 la primera ley de moratoria turística autonómica, bajo el lema de «crecimiento cero» y con el fin de contener el crecimiento turístico y poblacional. No obstante, sus efectos fueron contrarios a los deseados. Destaco los tres principales: ejecución acelerada de licencias turísticas con un crecimiento del 44% de la capacidad hotelera del Archipiélago entre 2001 y 2007; aumento poblacional sin precedentes, al precisar mano de obra exterior (+400.000 habitantes entre 2000 y 2010); pérdida de capacidad alojativa total en Gran Canaria, al no saldar las nuevas camas a las que salían del mercado, por tanto, en vez de «ni una cama más» se produjo un efecto de «muchas camas menos».

 En 2008 se produjo una explosión simultánea de dos burbujas económicas: una por la moratoria turística, al haberse ejecutado casi todas las licencias hoteleras vigentes desde el 2001, y la otra por la crisis inmobiliaria internacional. La crisis tuvo un fatídico efecto estructural: el paro de un gran volumen de la población, que había sufrido entre 2000 y 2007 el mayor aumento habido en Canarias en tan corto plazo. Este efecto quedaría perpetuado en la economía canaria e incluso con la “primavera árabe”, de 2011 a 2017, la tasa de paro “sólo” bajó del 35% al 20%. Se puede decir que el empleo no se recuperó de esta crisis, sino que se creó una situación económica nueva.        

6ª década (2012-2022): El post-estancamiento 

Según la literatura económica, la madurez tendría básicamente tres escenarios posteriores: el declive (cuando no se actúa para una reactivación), la estabilización (cuando se hacen esfuerzos por mantener la afluencia de turistas) o el rejuvenecimiento (cuando se moderniza todos los factores competitivos y se relanza el destino rejuvenecido). En el caso de Canarias sólo se produjo un rejuvenecimiento parcial (principalmente en el área alojativa), pero a partir del 2011 el desvío de turistas por la Primavera Árabe impulsó el número de visitantes a cifras récord nunca vistas antes, llegando a su máximo en 2017.

Entre 2011 y 2017 hay que destacar la irrupción del alquiler vacacional, que se legisló en Canarias con el decreto de 2015, siendo algunos artículos del mismo suspendidos por la justicia en 2017 y 2018. Asimismo cabe mencionar la aprobación de la tercera moratoria en 2013 (con correcciones posteriores en 2015 en cuanto a la pretendida limitación a hoteles inferiores a cinco estrellas) y una creciente percepción de sobrecarga de determinadas infraestructuras por la población residente, como la autopista sur de Tenerife.      

Después de la Primavera Árabe las amenazas y/o incertidumbres al Turismo se acentuaron con la quiebra de Thomas Cook, los planes de aplicar una tasa verde a la aviación en la UE por las emisiones, la pandemia con el primer escenario de la historia de «turismo cero», la evidencia de carencias en las infraestructuras turísticas en algunos núcleos y, finalmente, el escenario económico de inflación por la guerra de Ucrania, mostrándose el Turismo, de momento, resistente incluso a esta situación insólita. 

Retos y propuestas para la 7ª década (..y siguientes)  

El próximo viernes, 18 de noviembre, expondré en el X Foro de Turismo Maspalomas Costa Canaria una selección de retos destacados para la(s) próxima(s) década(s), así como varias propuestas para afrontarlos, en cinco bloques temáticos de máxima actualidad: el valor y la gestión del Turismo, la capacidad de carga poblacional, la regulación del alquiler vacacional, la competitividad laboral del residente y la rehabilitación de infraestructuras turísticas vinculada a conceptos turísticos.

Programación del X Foro Internacional de Turismo Maspalomas Costa Canaria.

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Esta es la primera parte del post sobre el 60º aniversario de Maspalomas Costa Canaria:
1ª parte: «Seis décadas de Maspalomas Costa Canaria»
2ª parte: «60 propuestas para otros 60 años de Maspalomas Costa Canaria» 
3ª parte: «Capacidad de carga: ¿cuántos turistas caben en Canarias?»

A continuación todas las ponencias del viernes 18 de noviembre (2º día de congreso):